martes, 31 de marzo de 2009

Árboles

Roble

El término roble puede ser usado para referirse a muchas especies de árboles del género Quercus, nativo del hemisferio norte, y ocasionalmente también a especies de otros géneros de la misma familia (Fagaceae), o incluso de otras familias, como en el caso de algunas especies sudamericanas de Nothofagus (fam. Nothofagaceae).

En su uso originario el término, derivado del latín robur, designa a especies europeas de Quercus de hojas blandas, de borde sinuoso, caducas, propias de climas templados oceánicos; o bien de variantes frescas, por altitud, del clima mediterráneo.

El más notable de los robles europeos es Quercus robur, la especie forestal dominante en la vertiente atlántica de Europa. Así, esta variedad recibe los nombres de carballo en Galicia, La Carballeda y Sanabria, carbayu en Asturias y cajiga en Cantabria.

Otra especie de ecología semejante es Quercus petraea, el roble albar. De las especies mediterráneas la más extendida en la Península Ibérica es Quercus pyrenaica, dominante por ejemplo en las sierras próximas a Madrid.

El roble común crece en suelos con humedad por lo que en la Península Ibérica sólo abunda espontáneo en las cordilleras húmedas o las regiones más septentrionales. No se suele emplear en silvicultura dado su lento crecimiento, pero su madera es una de las más apreciadas.

Quercus ilex, encina, carrasca o chaparro[1] es un árbol perennifolio de la familia de las Fagáceas nativo de la región mediterránea de talla mediana, aunque puede aparecer en forma arbustiva, condicionado por las características pluviométricas o por el terreno en el que se encuentre.

Quercus suber, alcornoque, es un árbol de porte medio, de hoja perenne, nativo de Europa y del norte de África. Muy extendido antropomorficamente por la explotación de su corteza de la que se obtiene el corteza del alcornoque. El alcornoque suele conocerse coloquialmente, especialmente los ejemplares jóvenes, como chaparro.

Los castaños (Castanea spp.) son un género de plantas de la familia de las fagáceas, nativas de las regiones templadas del hemisferio norte. Se conoce como castaña a las nueces de estos árboles.

Las especies de Castanea presentan hojas alternas con borde denticulado. Es una planta monoica: la flor masculina en amentos pendulares con perianto soldado por la base y 12 a 8 estambres; la flor femenina en la base del dicasio masculino. Dicasio femenino completo (3 flores). Ovario trígono unilocular con 7 a 9 estilo. Fruto en cúpula con largas espinas, generalmente con 3 aquenios. La madera de castaño es de color amarillento, de aspecto similar al roble pero más fácil de manejar y más estable. Es una madera de dureza media, elástica, tenaz y flexible.

La llegada de los castaños a la península Ibérica hay que agradecérsela al Imperio Romano, la afición de los romanos por este fruto originario de Italia, les llevó a extender esta especie por todo el Imperio, llegando hasta nuestros días siendo ya considerada como una especie autóctona.

A pesar de su nombre, la castaña de monte, (Bertholletia excelsa, también conocida como nuez de Brasil, o almendra, en Bolivia) no pertenece a la familia Castanea.

Este fruto no debe equivocarse con el Aesculus, también llamado castaña de indias, que es toxico para el humano, encontrado normalmente en el norte de Europa.


Fagus sylvatica L., haya, es un árbol caducifolio perteneciente a la familia de las fagáceas de porte robusto y gran talla, que alcanza los 35 ó 40 m, con un tronco recto que lo hace muy valioso, y una copa ovalada en su tercio superior. Si el árbol crece aislado (no en espesura) cambia radicalmente, se abre muy pronto, siendo algo irregular, ramificándose desde abajo y variando mucho la copa.

Conserva la corteza prácticamente lisa durante toda su vida, de un gris ceniciento o blanquecino.Los ramillos tienen un crecimiento singular en zig-zag. Las hojas son simples, alternas en los tallos jóvenes, en los adultos salen en fascículos sobre pequeños braquiblastos, y caedizas. Son de peciolo corto y, el limbo es de forma ovalada, con el borde ondulado, en principio algo festoneado y prolongándose en un vello sedoso muy característico. Tienen los nervios laterales bien marcados y paralelos (penninervia), son de un color verde muy vivo por el haz volviéndose más oscuras en la madurez, y se disponen siempre en posición muy horizontal captando la mayor cantidad de luz posible. Ello hace que sus bosques tengan un aspecto un tanto sombrío, casi propio de cuento de hadas, no permitiendo crecer en el suelo a apenas ninguna otra planta. Frecuentemente, sin embargo, crece en bosques mixtos con el abeto y otras especies del bosque caducifolio.


Caducifolio, del latín cadūcus («caduco, caído», participio de cadĕre «caer») y folĭum («hoja»), hace referencia a los árboles o arbustos que pierden su follaje durante una parte del año, la cual coincide en la mayoría de los casos con la llegada de la época desfavorable, la estación más fría (invierno) en los climas templados. Sin embargo, algunos pierden el follaje durante la época seca del año en los climas cálidos y áridos.

También son llamados de hoja caduca, por oposición a los árboles llamados de hoja perenne. En Hispanoamérica es también popular el adjetivo deciduo, calco del inglés 'deciduous'. A su vez, la raíz de esta palabra remite al latín dēciduus, derivada de dēcidō, 'caer, morir'.

Muchos árboles y arbustos caducifolios florecen durante este período, ya que esto aumenta la efectividad de la polinización. La ausencia de hojas beneficia la dispersión del polen por el viento o, en el caso de las plantas polinizadas por insectos, el que las flores sean más visibles por éstos. Sin embargo, esta estrategia no carece de riesgos, ya que las flores pueden resultar dañadas por el hielo o, en las zonas con estaciones secas, las plantas pueden agotarse más con este esfuerzo.

Rhododendron ponticum o rododendro, ojaranzo o revientamulas, es un arbusto de porte medio del orden de las Ericales, familia de las Ericáceas. Planta relicta de los bosques de laurisilva del periodo terciario. Posee dos subespecies Rhododendrum porticum subsp. ponticum presente en diversas zonas de Turquía y Rhododendrum ponticum subsp. baeticum que vive en el sur de España, concretamente en los bosques de galería del Campo de Gibraltar y la Sierra del Aljibe.

Su característica más llamativa es la presencia de flores grandes, rosas, formando verticilos, hojas lustrosas y coriáceas que permanecen siempre verdes en la planta. Toda la planta contiene alcaloides venenosos para el ganado. Se emplea como planta ornamental, en jardinería.


Los pinos son un género (Pinus) de árboles o, raramente, arbustos, de la familia Pinaceae, Subfamilia Pinoideae que presentan una ramificación frecuentemente verticilada y más o menos regular.

La copa puede ser piramidal o redondeada y, en los árboles adultos, ancha y deprimida. Los macroblastos presentan hojas escuamiformes sin clorofila, mientras que los braquiblastos son muy cortos, con una vaina membranosa de escamas y están terminados por dos a cinco hojas lineares o acículas, con dos o más canales resiníferos cada una. Los conos masculinos se desarrollan en la base de los brotes anuales. Los estróbilos presentan escamas persistentes, siendo las tectrices rudimentarias e inclusas y las seminíferas suele presentar una protuberancia u ombligo en su parte externa (apófosis) maduran bianual o trienalmente. Las semillas son aladas con la testa más o menos lignificada. A veces son comestibles (piñones).

Numerosas especies se cultivan desde muy antiguo por sus piñones o con fines ornamentales o forestales, lo que dificulta el establecimiento de sus áreas originales.

Las palmeras originarias del Chaco como la variedad butia yatay y trithinax campestris varían entre los siete a veinte metros de altura. En la zona norte de la Argentina es numerosa la población de yatays. La fruta de estos árboles sirve mucho para alimento balanceado de ganado o bien en destilación para el licor.

Existen otras variedades de palmeras en el Chaco, como la pindo, carandai y mbocaya.

La pradera es un bioma cuya vegetación predominante consiste en hierbas y matorrales. El clima es templado, entre semiárido y húmedo; hay una estación cálida y, generalmente, otra estación fría en invierno.

Los páramos, también conocidos sólo como "páramo”, son ecosistemas de montaña andino que pertenecen al Dominio Amazonico. Se ubican discontinuamente en el Neotrópico desde altitudes de aproximadamente 2900 msnm, hasta la línea de nieves perpetuas.

Van desde Venezuela, y Colombia hasta el norte del Perú; en Venezuela, Colombia y el norte del Ecuador están caracterizados por la presencia de los "frailejones" que pertenecen al complejo Espeletia (más de 200 especies); además de los "frailejones", hay muchos géneros y especies vegetales endémicas del Páramo, y también hay vegetales de amplia distribución pero que no son los determinantes. También existen pequeñas extensiones de páramo en Costa Rica y Panamá. [1]

Dada la pequeña controversia que existe sobre si jalca (nombre usado para este tipo de ecosistema en el Perú) y páramo son o no la misma formación, a veces en el Perú se usa el término combinado páramo-jalca. En términos generales, si se acepta que la jalca es otra cosa que el páramo, entonces dentro de lo que se considera típicamente como páramo desde Venezuela hasta Ecuador habría tantas diferencias internas que en aras de la coherencia se necesitaría una gran cantidad de otros ecosistemas diferentes (un páramo venezolano con frailejones sobre terreno pedregoso y seco es mucho más diferente de un páramo ecuatoriano oriental húmedo, que la jalca peruana de un páramo de pajonal típico en los cuatro países).


Dada su latitud ecuatorial y gran altitud, ecosistemas similares pero con distintos nombres locales se encuentran en África oriental, en Papúa Nueva Guinea y en otras áreas netamente tropicales con montañas muy elevadas. Por lo menos en términos paisajísticos y evolutivos son muy parecidos e los páramos andinos. Las adaptaciones de las plantas a veces hacen que sea difícil, a primera vista, saber si uno está en el Monte Kenya o en un nevado colombiano, por ejemplo, aunque un análisis más detallado demuestra que la cercanía taxonómica de una y otra flora es muy limitada. Los "frailejones" africanos pertenecen a géneros como Dendrosenecio y Lobelia, a diferencia de Espeletia y géneros cercanos en América. Las historias socioeconómicas son también obviamente muy diferentes. En otras tierras altas de América más alejadas de la línea ecuatorial se forman ecosistemas como las punas al centro y al sur (en Perú, Chile, Bolivia y Argentina) y los zacatonales al norte (en México y Guatemala); El Páramo europeo es distinto y más bajo.

La pradera es un bioma cuya vegetación predominante consiste en hierbas y matorrales. El clima es templado, entre semiárido y húmedo; hay una estación cálida y, generalmente, otra estación fría en invierno.

Se llama arbusto a una planta leñosa de cierto porte cuando, a diferencia de lo que es propio de un árbol, no se yergue sobre un solo tronco o fuste, sino que se ramifica desde la misma base. Los arbustos pueden tener varios metros de altura.

No todas las plantas leñosas ramificadas desde la base merecen ser llamadas arbustos; por ejemplo, los tomillos (g. Thymus) o los espliegos (g. Lavandula) son matas leñosas o, como se dice también, subarbustos. Términos como árbol, arbusto o mata describen biotipos en la lengua común y son más o menos equivalentes de otros técnicos; los equivalentes botánicos para este concepto se extienden entre los términos caméfito, nanofanerófito y microfanerófito.

Es frecuente que especies que se presentan normalmente como arbustos crezcan como árboles, o donde las circunstancias ecológicas son distintas, como ocurre con la coscoja (Quercus coccifera) en el norte de África, o por un esfuerzo deliberado en el cultivo, como se ve a veces con la adelfa (Nerium oleander).

Un prado es una tierra llana o de relieve suave, húmeda o de regadío, en la cual se siembra y crece la hierba con el fin de generar pasto para el ganado. Por lo general los prados mesofíticos crecen en regiones húmedas y no muy frías, en las que apenas existe sequía, bajo el dominio de los bosques caducifolios o aciculifolios. Las prados forman ecosistemas creados por la actividad humana como fundamento de una economía rural basada en la ganadería, manteniendo la vegetación en un estado de subclímax.

La estepa es un bioma que comprende un territorio llano y extenso, de vegetación herbácea, propio de climas extremos y escasas precipitaciones. También se lo asocia a un desierto frío para establecer una diferencia con los desiertos tórridos. Estas regiones se encuentran lejos del mar, con clima árido continental, una gran variación térmica entre verano e invierno y precipitaciones que no llegan a los 500 mm anuales. Predominan las hierbas bajas y matorrales. El suelo contiene muchos minerales y poca materia orgánica; también hay zonas de la estepa con un alto contenido en óxido de hierro, lo que le otorga una tonalidad rojiza a la tierra.

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